Hoy me he encontrado con mi amigo Manolito, me decía él que hoy ha sido un día duro en su trabajo, “lo normal cuando toca reunión con el jefe” afirmaba.
A Manolito lo contrataron no hace mucho en una consultora informática, según le dijeron para hacerse cargo de la estrategia de la empresa en el ámbito de los social media que tan de moda están ahora. Le dijeron que estaban convencidos de la importancia de los social media para la empresa, que querían tener una persona dedicada a estos temas porque a ellos les costaba mucho meterse en este mundillo. Sus labores serían la de hacerse cargo de blog de al empresa, de mover el Twitter, el Facebook, y además de continuar el desarrollo de una red social para clientes de la empresa de la que ellos estaban convencidos que iba a ser un gran éxito entre sus clientes, dando prioridad a esto último para poder sacarla cuanto antes, pero que no se preocupara porque no estaría sólo ya que contaría con la ayuda de la persona que hasta ahora se había hecho cargo del desarrollo.
Así contado, me decía Manolito, parecía que al final había encontrado una empresa en Zaragoza que no sólo sabía lo que era el concepto de la web 2.0, las redes sociales, los blogs, etc… sino que además estaba dispuesta a dedicar personal a encargarse de ello en exclusiva.
“¡Ay pobre Manolito, que ingenuo eres!, sigue contando que me voy a reír seguro…” le comentaba a mi amigo mientras él continuaba su historia.