A raíz de mi gran decepción con la baja calidad de la cámara del Nokia N80 (peor calidad que la de su hermano pequeño, el N70), barajé la posibilidad de comprarme un N95, pero finalmente he optado por comprarme una nueva cámara digital y jubilar mi vieja Nikon de 2 megapixels.
El caso, es que después de mirar varias cámaras que guardaran una buena relación calidad/precio y no pasaran de 200 €, decidí que una Panasonic Lumix FX12 es una buena opción para mis pretensiones, y la miré en varias tiendas tanto físicas como online, llegué a la conclusión de que el mejor precio me lo ofrecía Pixmania, eso sí, a falta de comprobar el precio final con gastos de envío y otros posibles gastos que puedan incluir (como seguro de envío, u otros gastos que algunas tiendas se sacan de la manga).
Pues bien, descubro que Pixmania es una de esas tiendas que los que saben de usabilidad dirían que cometen un gran error. Y es que no sólo obligan a los clientes potenciales a rellenar todos sus datos en el primer paso del proceso de compra para poder continuar, sino que además, para comprar en Pixmania es obligatorio tener un teléfono fijo… (tal como se ve en la captura).
Ayer tuve el placer de asistir a una charla impartida por