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Recuerdo un día, cuando trabajaba en la antigua Auna Cable, que un jefe al que podíamos considerar amigo nos dijo:

“Las opiniones son como el culo, todos tenemos uno y no siempre es buen momento para enseñarlo.”

Los consejos en cierta medida se parecen a las opiniones, aunque la importancia no está en saber cuándo decirlos sino saber cuándo aceptarlos.

Así que, aquí os dejo unos consejillos de mi propia cosecha, y que cada cual los acepte si le conviene:

Elige una herramienta que te permita exportar en un formato estándar

Este consejo va para los que deciden empezar su aventura bloguera usando una de tantas plataformas de blogs gratuitos que existen como Blogger o WordPress.com. Es posible que al principio no tengas muy claro cuando durarás escribiendo o si algún día querrás mudar tu blog a otro sitio, pero no descuides este punto porque es muy importante. La elección de dónde crear tu blog no debe estar condicionada por usar “la plataforma de tu ciudad” o el mismo servicio donde lo tiene un amigo tuyo. Elije un sitio que no te ponga trabas para exportar tu contenido si algún día decides marcharte, y que lo haga a un formato que te sirva para importarlo en otra plataforma claro… de nada nos sirve exportar a una formato que ninguna otra plataforma entenderá.

Cualquiera de las dos plataformas anteriores serían una buena elección, mi preferida es WordPress.com claro :) (es la plataforma ideal para luego pasar a WordPress en tu propio hosting).

Registra tu dominio desde el principio, aunque todavía no lo uses

Registrar un dominio vale muy muy poco dinero al año. Si lo haces con un registrador español puede salirte por unos 10€ y si lo haces con uno americano todavía menos. Así que mejor que registres desde el principio tu idea, aunque tu blog esté en una plataforma gratuita y no lo vayas a usar, ¿o prefieres arriesgarte a que alguien se te adelante por ahorrar 10€ al año?.

Recuerda que el registro de un dominio se hace por periodos de tiempo (mínimo un año), que no es para toda la vida, si llegado el momento decides abandonar tu blog siempre puedes dejar caducar el registro y ya no tendrás que pagar nunca más por el.